jueves, 15 de septiembre de 2011

Nocturno con luna dentro



El parto más complicado del universo es el nacimiento de una luna llena cada 28 días.
Los girasoles de Peña Amaya y Peña Ulaña ya han bajado la cabeza esperando la brisa nocturna. No sé si algún día acabarán haciéndose al cambio taciturno del día a la noche. Ellos, tampoco lo saben.




Mientras tanto, la luna ya ha nacido una noche más y se despereza quitándose de enmedio las nubes rizosas que dejan sus huellas rojas sin que nadie se percate de ello. Dicen que son sus lamentos, que quedan colgados de unos hilos invisibles tejidos por un ángel, porque empieza a menguar.