lunes, 4 de abril de 2011

Cuentos ajenos (IX)

Cuando la luna empieza a crecer... 
es preciso conjugar los verbos en infinitivo

Pensar sin conocimiento,
volar sin alas.
Caminar sin pies,
observar sin perturbar,
escuchar sin interrumpir,
palpar sin crear incomodidad.
Disfrutar de una flor sin robarle su aroma.
Entrar en el interior de cada uno y ver esa realidad.
Romper la tarjeta de los horarios
y hacer un viaje hacia lo desconocido.
No desperdiciar la energía vital
en esfuerzos por mantener la máquina enorme
y ridícula de la auto importancia y productividad.

No sólo el silencio de afuera es necesario, también el silencio interior.
Sin el silencio, el alma no tiene claridad, no tiene luz.