El horizonte dibuja
algodones rojos y blancos
como si fueran de feria,
tan dulces… que me hacen feliz.
Allí están: semi colgados
de unos hilos invisibles
enganchados en la cúpula del cielo.
Atardece…
con la ciudad al fondo
y la luna creciente
tratando de sonreir.
Con ello me basta.
Nube, hilo, luna y sonrisa:
Así es tu compañía.
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