jueves, 8 de noviembre de 2012

Palabras propias y ajenas

Hasta pronto Félix

En agosto de 2005, después de que este escribiente pasara un verano muy complicado, me llama Santi Otero y me dice: "Félix es el pregonero de su pueblo en las fiestas. Me dice que no sabe como hacer el pregón, le he dicho que tú podrías echarle una mano".
No podía negarme porque era Félix y porque nuestro amigo común Santi Otero, otro tipo grande grande, hizo posible la colaboración de ambos. Entendió Santi algo que le enseñó Félix, que aquí estamos para echarnos una mano por mucho que no lo quiera reconcer porque es así de testarudo. "Tú le echas una mano a él y Félix te pasará fotos"; así de sencillo.
Así lo hicimos y el resultado del trabajo conjunto de los tres fue este: (no hace falta que lo leas, sólo que sirva de metáfora para alabar la amistad). Santi era (es) la mano derecha, el pie, el brazo y muchas cosas más de Félix y de Ricardo. Y él hizo posible el milagro.Ah, Félix, dejas unos testigos muy buenos en todos los aspectos, que lo sepas.

"Estimadas autoridades, querido alcalde, vecinos de Valdorros, amigos y amigas todos. Es un honor para mí ejercer de pregonero en estas fiestas del que considero mi pueblo. Sabéis que lo mío no es la palabra, más bien reflejar sin ellas, con imágenes, lo que ocurre en lo cotidiano. Por eso quiero que me ayudéis en este momento. En esto que yo voy a contaros, quiero que seáis vosotros quienes lo hagáis realidad con el pensamiento.


Para mí es fácil hablar de vosotros, de la gente, de las personas. En una sociedad en la que cada uno va  a lo suyo, en un mundo lleno de injusticias en el que unos sufren para que otros triunfen, es una bendición acercarse hasta Valdorros para comprender que es sencillo convivir; que en la ayuda mutua está el verdadero triunfo de la condición humana y que con una palabra de siete letras se define todo: amistad. Incluso reduciéndola a cuatro: amor.

Una de las mejores maneras de manifestar la amistad, el amor y la concordia es la fiesta. Y en eso tenemos suerte, Valdorros está de fiesta… y grande. Y quiero tener un recuerdo para los que ya no están con nosotros y un saludo para los nuevos vecinos y amigos. Esta tierra siempre ha sido productiva, como sus paisanos. Gente que ha trabajado la tierra, regada con sudor y abonada con mucho amor. Personas que han convertido el entorno en un lugar especial, lleno magia que hemos heredado. Valdorros se encuentra a mitad de camino entre el núcleo rural y el nuevo pueblo al que acuden familias jóvenes con sus retoños que harán renacer la vida que en otro tiempo tuvo la villa.
Pero ahora, lo más importante es la fiesta. Que a partir de hoy comience, también para nosotros, un tiempo de oro; una semana mágica en la que veamos resueltos todos nuestros anhelos, en la que seamos plenamente felices. No podremos renunciar a las palabras "tuyo" y "mío"; porque ya no sabríamos vivir sin ellas; pero sí que podremos compartir algo de nuestro tiempo y podremos compartir toda nuestra pasión de villarrubieros, nuestra pasión por la Virgen de la Sierra.
También podremos contagiar nuestra alegría, brindar nuestro apoyo a los que no han podido aparcar por unos días sus afanes, sus preocupaciones. Pero, sobre todo, esta semana tenemos que sentirnos más próximos, más dispuestos a ser solidarios que el resto del año, y tenemos que sentir el deseo de un pueblo que quiere vivir en paz, que quiere vivir mejor. Divertirse sanamente ya es empezar a vivir mejor; es hacernos bien a nosotros, es hacerle bien al pueblo. Felices fiestas. ¡Viva Valdorros. Viva la fiesta!"

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